Encontré en los parrales de tu cuerpo
el vino generoso que tu vid me regalaba.
Deambulé por tu cintura de bondades,
cabalgué sobre tu origen y tus montes.
De las alturas de tus pechos
se lanzaron al suicidio mis anhelos.
Descubrí entre tus muslos de ostia
la perla mas ansiada del gemido.
Te oí gritar al cielo la plegaria
feliz de nuestro eclipse.
Pero la noche acaba,
y se desclava el alma del cuerpo.
Mas allá de las sátiras del tiempo,
sentí los mordiscos de las sombras ,
devorando mis arterias,
cuando quedé deshabitado por tu ausencia.
Walter Faila
martes, 8 de abril de 2008
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4 comentarios:
PERO LA NOCHE ACABA Y SE DESCLAVA EL ALMA
EXCELENTE TRABAJO
BESOTES
JEM WONG
ufff ese final... el gran Walter Faila, deslumbrando, encegueciendo, acariciando.
Muy buen poema y muy buen blog! Ya lo estuve recorriendo, está hermoso. Ya subiremos algo.
Mi querido amigo Walter, este blog es generoso como tú. Acogedor, elegante y natural. Gracias por abrirlo, y mostrarte a los amigos.
Aquí esta limeña que te admira con todo cariño.Beso bendecido...
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